Conocer las fases de un proyecto de arquitectura nos permitirá abordar el trabajo completo con una perspectiva global y entender cómo cada elemento influye en el resultado final. Tanto el arquitecto como el resto del equipo deben situarse dentro de este plan complejo, para que todo el proceso se lleve a cabo de la manera en la que se planificó.
Hoy vamos a detallar un poco cada uno de los pasos que se deben dar en un proyecto arquitectónico cuando se construye cualquier edificación. Antes de pasar de fase, siempre debemos tener claro y cerrado el punto anterior; de esta manera, sabremos que avanzamos con una base sólida y con fundamento.
¿Qué es un proyecto de arquitectura?
De manera general, un proyecto de arquitectura puede definirse como el conjunto de planos, esquemas, detalles y otras especificaciones que permiten la construcción de una edificación. También se incluyen los datos técnicos de la estructura y de la cimentación, incluso los acabados de cada uno de los espacios.
Este proyecto debe ser comprensible por todas las partes que integren el trabajo, ya que, además, permite seguir las tendencias en arquitectura y diseño antes de empezar cualquier acción. De cualquier forma, el resultado final, ya sea el edificio, las memorias del proyecto o todo el grueso de los documentos, debe estar contemplado en estas seis fases previas.
Definición del proyecto
Es donde empieza todo, donde se concretan los detalles previos del proyecto completo. En este documento, debe plasmarse todo lo que se plantea construir, teniendo en cuenta los posibles condicionantes legales o la normativa urbanística del lugar en el que se vaya a levantar el edificio. También tocará hacer una estimación de los plazos del proyecto y del coste total.
Anteproyecto
Entramos en una fase más creativa, en la que se desarrollan diferentes conceptos teniendo en cuenta las necesidades y obligaciones plasmadas en el documento anterior. Se pueden realizar maquetas o simulaciones digitales más realistas, pero lo básico es presentar los planos en planta y alzado con varias opciones. De aquí debe elegirse un diseño como definitivo, aunque puedan existir pequeñas modificaciones en el futuro.
Solicitud de licencia y otros documentos
A través del Proyecto Básico (PB), donde el arquitecto recoge lo esencial de los puntos anteriores, se solicita la licencia necesaria para la edificación en el ayuntamiento correspondiente. Los elementos imprescindibles de este PB son:
- Memoria descriptiva y constructiva.
- Acreditación del cumplimiento CTE (Código Técnico de la Edificación), especialmente el DB SI (Seguridad contra Incendios).
- Planos de emplazamiento, plantas y alzados.
- Resumen del presupuesto.
Inicio y ejecución del proyecto
Una vez se consigue la licencia urbanística (o incluso mientras esté en trámite), es el momento de elaborar el Proyecto de Ejecución. En estos documentos, se debe ser muy preciso y conseguir una exactitud máxima, ya que será los que se entreguen a las empresas constructoras para solicitar un presupuesto final.
Selección de la empresa constructora
Con el Proyecto de Ejecución, se podrá visitar diferentes constructoras para obtener no solo el presupuesto, sino conocer otros factores de su trabajo. Recuerda que el precio no debe ser el elemento más importante de tu elección y que un promotor puede ser más idóneo que otro según sus condiciones. Por ejemplo, siempre es interesante encontrar una empresa que utilice los paneles sándwich como mejor opción para el aislamiento de fachadas, techos y tejados.
Dirección ejecutiva de la obra y cierre del proyecto
En esta última fase, se materializa todo lo anterior y el arquitecto debe resolver cualquier duda con la empresa constructora y facilitar toda la información posible.