Llega el frío de verdad y nos damos cuenta de lo importante que es tener un buen aislamiento en casa para conseguir un confort térmico que nos permita disfrutar de nuestro hogar sin dejarnos la mitad del sueldo en calefacción.
Días como estos son los que nos hacen plantearnos si el aislamiento térmico de nuestra vivienda es el adecuado y cómo mejorarlo.
La solución es sencilla y económica: “Paneles Sándwich de Poliuretano”
El Panel Sandwich es mucho más económico que cualquier otra solución de aislamiento, mucho más sencillo de instalar con lo que las molestias y el tiempo de la obra será mucho menor y tiene unas propiedades aislantes muy interesantes.
Originalmente el panel sándwich se desarrolló para su utilización industrial, fundamentalmente en cámaras frigoríficas y naves, pero hoy en día gracias a su versatilidad, facilidad de instalación y relación calidad/precio está siendo cada vez más utilizado en aislamientos de fachadas y cubiertas para viviendas.
Los paneles están formados por una doble lámina con espuma de poliuretano en su interior. Si se ve el corte de un panel, su aspecto es el de un sándwich. Estos elementos se unen entre si mejorando las propiedades que tendrían de forma individual.
Es la espuma de poliuretano la que hace el trabajo de aislamiento gracias a su composición y estructura, mientras que las láminas exteriores cumplen la función principal de aportar rigidez al conjunto, y dar un acabado agradable y funcional.
Gracias a esto se consigue un gran aislamiento frente al frío por la baja conductividad térmica del poliuretano, optimizando el espacio y cantidad de material necesario. Esta capacidad de aislamiento no decae durante la vida útil del panel sándwich.
El aislante no permite los puentes térmicos ya que es homogéneo por toda la superficie, no permite el paso del agua, humedad ni aire y además ayuda al aislamiento acústico.